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Fundadora de las “Hijas de San José” en 1875. Nacida en 1850 cerca de Gerona, paso su infancia en familia sencilla. A los 24 años conoció al jesuita Francisco Javier Butiñá y se integró en el grupo de "Siervas de San José", que él animaba.
Se dedicó a las niñas huérfanas y a las jóvenes obreras, objetivo del nuevo Instituto. Prácticamente fue la animadora desde el principio y se la considera como Fundadora. Desde 1899, al morir el P. Butiñá, fue la responsable de las obras del Instituto, aprobado en 1902.
Víctima de diversas calumnias ya al final de la vida, fue depuesta de su cargo en 1912. En 1913 viajó a Roma para justificar su gobierno; allí, antes las tensiones y desconfianzas, recibió el consejo de un sacerdote de la Congregación de religiosos de desligarse del Instituto para que fuera aprobado. Pidió la dispensa de sus votos. Persuadida de que había sido engañada, intentó el regreso a su Congregación, sin obtenerlo. Murió en un convento de Dominicas de Barcelona el 24 Julio de 1922. El 16 de Mayo de 1965 se reintegraron sus restos a la iglesia de la Casa central de la Congregación, intentando reparar la injusticia histórica con ella cometida.
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